Tamborileo de dedos impacientes, noc noc knock, que llega el primer aniversario de Sauna. Sin proponérnoslo, corrientes de ideas nuevas y propuestas nos alcanzan. Vamos a más.
Si aún no lo han hecho, envíen sus direcciones de correo al mailing de Sauna, sauna@revistasauna.com.ar, que les haremos saber de la celebración que, en agosto, va a subir la temperatura más allá de los 110 grados en el porteño invierno. Como un anti-Farenheit, alcanzando la gradación a la que combustionan los deseos y otras aventuras de cuerpo y espíritu. Queremos estar con todos los que se sienten parte o cerca de la experiencia sáunica.

Y aquí la undécima edición. Que contiene una entrevista tierna a Marcelo Pombo por Dany. Y la producción fotográfica en la que Alberto Goldenstein, años después, vuelve a hacerlo objeto de su lente. El número corre persiguiendo algo indeterminado, ciertas no explícitas sorpresas. Batalla se da una vuelta por artistas y proyectos frescos, mientras que Guido va al Borda y nos cuenta del Festival de Art Brut. También admite una visita de Mariano a la muestra de la colección de arte argentino reciente del Malba. Pasajero de esta Sauna, Luciano Piazza es el encargado de la mirada internacional que tanto nos parece necesaria, con una muestra de Chris Marker en Nueva York.
Hay foro de opinión, donde volvemos al asunto de si en este tiempo aún es posible evaluar la calidad de las obras de arte. Y el cómic de Goz y Bárbola anticipa el aniversario y presagia una continuación.

Seguimos alimentándonos con leche artística. Y los esperamos para compartirla en cada Sauna, online el día 5 de cada mes.