Entrevista a Leo Chiachio y Daniel Giannone
por Dany Barreto
 
       
 
Leo Chiachio y Daniel Giannone no paran de trabajar y, al son de los culebrones de la tv, enhebran sus juegos y una historia de amor real. Conocidos por sus autorretratos bordados, ahora bucean en la porcelana, como se pudo ver en las últimas muestras en el Museo Castagnino de Rosario, el Caraffa de Cordoba y el año pasado en Ruth Benzacar, galería que los representa y con la cual viven actualmente un romance. En una fría tarde de invierno, nada mejor que matear y revolver la casa-taller de este súper dúo.

¿Cómo se conocieron?
L- Hace 10 años en la casa del Chino Soria (un depto en Reconquista y Paraguay). Como el Chino se iba a vivir a EEUU, quería hacer una despedida y también proponer otro tipo de oferta dentro del mundo del arte.
D- En esos años estábamos con la crisis económica, habían cerrado varios lugares. Entonces armó su casa como un espacio de arte.
L- Yo presenté un trabajo ahí. Los domingos se abría la casa. Ése día fui con Viviana Berco, primero pasamos por La Casona de los Olivera. Yo venía un poco volado, habíamos fumado mucho porro y tomado. Apenas llego, veo a un rubio que me encantó. Nos fuimos al balcón a hablar, le robé un beso, me dio el teléfono y me fui.
D- Yo fui con una amiga, Mirtha Bermegui. Ya conocía su obra porque había ido a una muestra colectiva de Leo, pero a él no me acordaba de haberlo visto antes.
Leo cuenta siempre muy suelto lo del beso, que es verdad, fue así, pero...

¿El beso sucedió sin hablar mucho?
D- Sin hablar nada.
L- Como yo estaba tan borracho, me fui a casa y perdí el papel con el teléfono y nombre.
D- Yo, acostumbrado a ser ganador, ¡me encontré por primera vez con alguien que no me daba pelota! Lo llamaba por teléfono y me decía "estoy cocinando, ¿me podes llamar después?" o me decía "yo te llamo" y no llamaba, dice que se olvidaba...
L- Es que vos me dijiste "no llames tarde que me tengo que acostar temprano". Y a mí se me pasó, cuando me di cuenta era tarde.
D- Me la hizo difícil.
L- Pero unos días después lo llamé y tuvimos una cita en el Rojas.

Siempre alrededor del arte: encuentro en lo de Chino Soria, cita en el Rojas... ¿que muestra había en el Rojas?
D- Una de fotografías.
L- Estaban todos mis amigos: Passolini, Berco, Pombo, etc. y querían ver quién me pasaba a buscar, se habían distribuidos estratégicamente para mirar. Ellos me tenían que dar el ok.
D- Me sentía reobservado. Lo invito a tomar algo a un lugar en Palermo Viejo que se llamaba Cipriano. Ahí escuchamos nuestro primer tema, del Bossa´n Beatles de Rita Lee.
D- Pronto empezamos a quedarnos o en la casa de él o en la mía, yo vivía en Las Cañitas y él en Villa Crespo.
L- Sí, enseguida empezamos a vernos todos los días.

¿Cual fue el momento o la situación que los llevo a trabajar juntos?
D- Fue en una inauguración en el Mamba. Nos pusimos a hablar con Ana María Battistozzi, que estaba organizando el Estudio Abierto en Harrods (2003), y nos invita a participar. Entonces le contamos una idea que teníamos de hacer un colchón todo bordado, con una imagen de los dos durmiendo juntos, abrazados.
L- Veníamos fantaseando esto, porque los dos estabamos bordando, entonces se lo decimos a Battistozzi y le encantó la idea. El tema era que justo hubo una inundación en Santa Fe y los colchones de matelasse que queríamos estaban agotados.
D- Todos los colchones los mandaban para los inundados. Como estaba difícil, quisimos cambiar por una colcha y Battistozzi dijo que no, que le gustaba en un colchón. Finalmente encontramos uno en Emaus.
L- El que conseguimos era espantoso, parecía de un hotel, dorado y blanco. Lo pintamos y bordamos la obra. No fue fácil, fue un trabajo ridículo, pero divertido.
D- Y tampoco pudimos hacer lo que habíamos pensado, el colchón no daba la posibilidad de hacerlo.
L- Al pintarlo para tapar el color que tenía, se puso duro y difícil de bordar, entonces agregamos otros materiales. Dibujamos nuestros retratos, bordamos, pegamos hilos, y también le pusimos ranitas, sapos y vaquitas de San Antonio de plástico. Lo cubrimos todo. Se llamo "Hechizo", la idea era la de la princesa que espera que el príncipe la despierte con un beso, o la princesa que besa el sapo para que se convierta en príncipe, era un poco un juego entre nosotros, el juego de la transformación... gustó mucho esa obra. Y nos dieron ganas de más.

¿Qué vino después de Estudio Abierto?
L- Los chicos de Sonoridad Amarilla nos propusieron hacer una muestra toda de bordados, se llamó ¨Duetto¨ (2004).

¿Y qué presentaron?
D- Los Sebastianos, unos próceres y una instalación. Esa muestra la armamos en ésta casa, ya nos habíamos mudado juntos.

Y se consolida el dúo con esas dos muestras, fue muy rápido...
L-Sí, el tiempo necesario, todo fluyó... Creo que había una necesidad en nosotros y del medio.

Me gusta esa idea de que el medio los necesitaba, ¿cómo es?
L- Empezamos a mostrar un tipo de trabajo que acá no existía, una manera de trabajar, realizada por una pareja gay.

No solo la obra, sino que pesaba quiénes eran uds también.
L- Obvio, para nosotros no está divorciada la producción artística de nuestras vidas, va todo junto.

Pero a la vez no sobreactúan un personaje para llamar la atención, son naturales...
L- Somos como chicos, tenemos ese juego como de niños.
D- No podríamos de otra manera. El tipo de trabajo que hacemos te permite compartir la etapa de producción; vienen nuestros amigos y permanecen muchas horas mientras nosotros bordamos... Eso hace que siempre sea placentero, como un juego.
L- Nos tomamos seriamente nuestro trabajo pero no somos solemnes, nos reímos mucho de nosotros mismos. Fue todo un proceso, de ir poniéndonos más extravagantes, más raros, más idiotas...
D- Eso fue creciendo. Hubo un momento al principio en el que estábamos más obsesionados con nuestro trabajo porque queríamos que fueran más realistas nuestros retratos. Y cuando fuimos cediendo la pretensión, empezamos a divertirnos, nos ridiculizamos más, todo mucho más libre.

¿Siempre fue el autorretrato el tema de uds?
L- Sí, siempre o casi siempre, En general aparecemos como personajes: próceres, santos, samurais, geishas... Hay laburos donde nos pueden reconocer solo por el dato del pelo, rubio o morocho, o los ojos. Recien ahora, con los peluches o algunos ekekos, no aparecemos nosotros; pero de alguna manera estamos representados también.
D- Al momento de ponernos a trabajar no tenemos la premisa de que vamos a hacer ¨la obra¨, sino que nos vamos a sentar a compartir, a jugar.
L- Estar acá sentados, horas... Yo lo que quiero es probar algo, hacer una flor blanca, probar un color de hilo, probar todos los números de blanco que hay, el número uno, el dos que es cremita...
D -De hecho hemos bordado cosas que llevan mucho tiempo de trabajo y no aparecen en ninguna obra, es bordar por bordar o pintar... Con glitter tenemos mucha obra que nunca mostramos... O nos ocurre que agarramos una tela gigante, ponemos el aro y bordamos sin parar ese sector solo, horas sin parar, y después nos damos cuenta de lo mucho que queda por hacer, que hay que correr el aro.
L- Nos da mucho placer lo que hacemos, somos hedonistas de las superficies, de los colores, las texturas... Experimentar puntos, colgarnos probando.

Me imagino que bordando se cuelgan y entran en un especie de trance...
D- Sí, es como un mantra, cuando empezás con la repetición de un punto entrás como en ese trance. El tiempo del bordado es muy especial y muy distinto al de la pintura, medio del cual venimos. Acá tenés que calmar la ansiedad, porque si querés apurar no podés, es un ejercicio que te mete en otro tiempo. Pasás horas repitiendo un punto y de golpe la mente se te va al carajo.

¿Uds. tienen otro tiempo?
D- Sí, somos como de otro lugar, como menos urbano...
L- Pero es una lucha constante, porque nuestro trabajo de bordado tiene un tiempo, y el medio en el que nos movemos otro. Y tenemos que compatibilizar ambos. Te piden urgente fotos, textos, etc., todo rápido, y hay que correr.

¿Cómo es lo de que miran tanta tele y en especial novelas mientras bordan?
L- La tele está todo el tiempo encendida, no tenemos problema de hacer las dos cosas a la vez, salvo que esté subtitulado y entonces se complica. Buscamos novelas mexicanas, colombianas, italianas que son las más bizarras y no necesitamos leer.

¿Ocurren errores cuando se enganchan con la novela?
L- Si, aunque sin tele también. Pero lo capitalizamos...
D- Claro, porque ¿qué es un error?
L- No existe el error.
D- Los bordadores profesionales controlan y miran los bordados por atrás para buscar los ¨errores¨.

¿Existe el bien o mal bordado entonces?
L- Para los bordadores sí, pero ellos hacen un trabajo utilitario, para aplicar a un mantel, ropa, etc.
D- Están atados a la técnica, solo miran cómo está hecho. Por ejemplo, un bordador jamás se permitiría que una tela tense; y nosotros jugamos con eso, conservamos ese gesto y lo aprovechamos. Un bordador no lo acepta.
L- Las bordadoras de la asociación nos decían que nosotros estábamos aportando una nueva manera de concebir y mirar el bordado.

¿Cómo??? ¿Una asociación de bordadoras???
D- Si, ABA se llama, Asociación de bordadoras argentinas.
L- Son mujeres que se juntan a bordar, dan cursos, hacen salones. Nosotros fuimos jurados de uno.

¿Cómo llegaron a ellas?
L- En un momento buscamos ayudantes y ahí conseguimos.

¿Y qué tal fue trabajar con ayudante?
D- Les agarra un poco de terror cuando ven lo nuestro. Ellas necesitan tener todo planteado, saber exáctamente qué color y espacio bordar, cuando lo que hacemos es muy libre. Sobre todo asusta la cantidad de trabajo. Para dar un ejemplo, nosotros en un día avanzamos el tamaño de un puño, es lento. Necesitamos rigurosidad en el bordado, sentarse y bordar sin parar...
L- Con quien mejor nos entendemos es con Alicia, la presidenta de la asociación; le encanta y nos ayuda cada vez que puede. Ella hace una base de algo y después nosotros rebordamos por encima.
D- Nosotros hacemos nuestras caras y a un ayudante le pedimos el fondeado del cuadro, esa parte.
L- O, no sé, fabricar pompones, como en una instalación donde necesitábamos miles.

En sus cuadros juega un papel importante la naturaleza: plantas, animales, flores... Uds. relacionados o rodeados de naturaleza y no de urbanidad.
L- Sí, es cierto. Quizás por ser tan citadinos, por vivir en la ciudad, nos encanta la naturaleza.
D- En una época vivíamos en el Tigre, en la isla...Y también nos gusta tanto el color, y el color está en la naturaleza... Nos encanta hacer todo tipo de combinaciones , mezclar hilos, o glitter, y que aparezcan tonalidades nuevas. Somos coloristas, tenemos necesidad del color.
L- También está en las obras que nos gusta ver como las de Rousseau, llenas de color y naturaleza.
D- O escuchar a Marosa Di Giorgio, con esa voz, hablando de flores de una manera que podes olerlas, hasta tocarlas.

¿Tienen obras monocromas?
L- Hay un laburo que hicimos, todo verde, en muchas tonalidades de verde, como cincuenta.

¿Qué personajes representan en esa obra?
D- Geishas. Tenemos unos amigos que nos invitaron a un festejo de la comunidad japonesa, donde se presentan a las niñas en sociedad. Las nenas ese día están vestidas como muñecas. Y nosotros hicimos una recreación de esa fiesta, donde presentamos a Piolín en sociedad.
L- Nuestros amigos presentaban a su hija, fue muy lindo. Esto ocurre todos los años en Bs As.

A Piolín le hicieron su museo, el MUPI, y aparece en buena parte de la obra de ustedes, se trata de una trinidad afectiva y visualmente fértil.
D- Somos una familia y Piolín es nuestro hijo. Juntos posamos como cualquier retrato de familia. Tiene un museo y una colección de arte que atesora obra de cientos de artistas que decidieron hacerlo por él y para él.
L- Piolín es puro amor. Desde que llegó a nuestras vidas comenzó a participar de nuestro juego y habitar los paisajes de nuestras fantasías que se plasman en cada obra.

¿Trabajan una obra por vez?
D- No, varias a la vez. Una vez María Moreno nos preguntó si nos queríamos ganar el cielo por trabajar tanto.
L- Comparaba el laburo nuestro con los de los presos, porque ella conocía una presa que tallaba biromes Bic, y decía que en ese caso lo entendía, que en el nuestro no.
D- A nosotros en general nos dicen, ¡qué paciencia, qué laburo!
L- Y no es paciencia; es placer, hacemos lo que nos gusta. También es como un juego entre placer y condena, como si nos armáramos una cárcel.

¿Cómo es eso?
L- Para mi es como la idea del hueco que nunca se llena. Con esto lo mismo, nunca vas a estar en el lugar correcto, o a veces sí, otras no, un poco...
D- Eso porque sigue existiendo una visión romántica de la vida del artista, muy pocos pueden vivir de su trabajo.
L- Puedas o no vivir es mucho trabajo ser artista.
D- Cuando mejor te va más tenés que laburar.
L- Igual prefiero esto. Si pienso en lo duro que fue para mi viejo trabajar y mantener una familia, no le fue nada fácil.

¿Se sienten privilegiados?
D- Sí, en ese sentido me siento un elegido, un privilegiado.
L- También tiene que ver con una maduración, porque es un trabajo como cualquier otro pero sin horarios.
D- Sin horarios. Pero trabajamos todos los días, jornadas muy largas, los fines de semana no existen.

¿Cómo ven el futuro del arte?
L- Como nuestro trabajo. Lo muy trabajado, lo hecho a mano, lo no industrializado, porque cada vez se hace menos este tipo de trabajo en el arte contemporáneo. Y en el futuro va haber una revaloración de este tipo de producción artística.

http://leo-chiachio--daniel-giannone.blogspot.com/
chiachio.giannone@gmail.com


 
"Nacimiento"
Bordado a mano con hilo moulinè s/tela camuflada
1,40 x 1,63 m
2010 Chiachio & Giannone
Gentileza Galeria R. Benzacar

 
"Familia Guaraní en la selva"
Bordado a mano con hilo de algodón, hilos efectos joya s/ tela.
1,17 x 1,20 m
2009/10 Chiachio & Giannone
Gentileza Galería R. Benzacar

 
“Parodia Kabuki”
Glitter y grafito s/papel
1,00 x 0,70m
2007 Chiachio & Giannone
Gentileza Galería R. Benzacar

 
“Familia de la buena suerte”
Bordado a mano con hilos de algodón, lana y apliques de pompones, cintas, bordados, papel plastificado s/manta de telar
130 x 200 cm.s/ marco
2009 Chiachio & Giannone
Gentileza Galería R. Benzacar

 
"Piolin y sus juguetes"
Instalación
Bordado a mano con hilo moulinè, de seda y lana, apliques de peluches s/alfombra; peluches
1,00x1,80 m
2007 Chiachio & Giannone
Gentileza Galería R. Benzacar

     
     
     
  SUMARIO  
Año 1 - Numero 1
 
Tapa
     
Editorial + Staff
     
Besos robados en el arte contemporáneo
Entrevista a Leo Chiachio y Daniel Giannone
por Dany Barreto
     
Producción fotográfica: Chiachio y Giannone
por Guillermo Srodek Hart
     
To be or may not be
Sobre la conciencia en las producciones nóveles
por Guido Ignatti
     
Esquizoide
Post-it City y Principio Potosí
por Juan Batalla
     
Notas sobre notas (parte 1)
Sobre la pagina web: Tecnologías expandidas - Untref. Varios autores.
por Carlos Baragli
     
El éxtasis de San Mariano
Museo de los Claustros del Pilar
por Mariano Soto
     
La filosa luz de lo éxtimo - La Política del deseo
Robert Mapplethorpe
por Fabiana Barreda
     
Crónicas Terrestres
Emiliano Miliyo en Ruth Benzacar
por M. S. Dansey
     
Dr. Selva & Kid Yarará
Cómic
por Charlie Goz y Mari Bárbola
     
Foro de opinión
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