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Seguimos presentando artistas contemporáneos africanos. Nnenna Okore es nigeriana y reside en Chicago. Desarrolla una carrera de creciente relieve, a la par de una intensa tarea en la enseñanza artística.
Siento que la imagen que se va desarrollando a través de tu trabajo es, pese a su carácter íntimo, extrañamente expansiva, cual si estuvieras captando un fragmento de algo que se desarrolla sin límites espaciales. Es una característica que compartís con otros artistas contemporáneos africanos, como El Anatsui. Como si de algún modo estuvieran tejiendo el infinito. Pero en tu obra también aparecen preñeces, nidos, refugios.
Me atrae experimentar con texturas presentes en la naturaleza. Me intriga el rol que el tiempo y el espacio tienen en la vida de los materiales, y cómo sucumben éstos a los procesos naturales de decadencia, envejecimiento, muerte, que ocurren con el paso del tiempo y resultan en texturas y formaciones de complejidad visual. Mi obra apela a una sensibilidad universal y habla de las cualidades simples y fascinantes de la materia. Dicho simple, estoy interesada en crear formas intrigantes que generen ideas acerca de los lugares en los que ya hemos estado y aquellos a los que aún estamos por ir.
Hay algo de tu vida en Nigeria que aparece en tu obra.
Mis trabajos reflejan mi sensibilidad cultural y estética, que se evidencia a través del cromatismo de gradaciones terrosas y las texturas que empleo. Cuando vivía en Nigeria, estaba muy atraída hacia los variados elementos a mi alrededor: desde el paisaje erosionado y ondulado que define la topografía local hasta los aspectos más rústicos y alucinados de la arquitectura rural. También me fascinaba la presencia de colores y texturas en las acumulaciones de los puestos de ferias y mercados. Casi todos los aspectos de la vida allá ofrecían estímulos visuales e inspiración.
Te mudaste a Estados Unidos cuando eras muy joven. ¿Cómo fue esa movida?
Mi mudanza a Estados Unidos fue motorizada por mi deseo de graduarme en Arte. La decisión también significó dejar atrás una enorme parte de mí, en especial mi familia y amigos, y sostenerme mucho mediante la memoria de ese pasado. Mi experiencia en Estados Unidos fue culturalmente shockeante y emancipadora. Vivir tan lejos de mi espacio original me llevó a mirar mucho a mi interior para conocerme mejor. Ahora, a diferencia de antes, soy más capaz de involucrar a un público universal a través de mi obra, manteniendo mi identidad y una estética originales.
En los últimos cinco años, también pude desarrollar una carrera docente. Enriqueció mucho mi práctica de estudio, exponiéndome a oportunidades creativas y estimulantes para el diálogo intelectual y el crecimiento. También visito varias instituciones académicas para presentar workshops, debates sobre mi trabajo y conectar con estudiantes.
¿Qué estás exhibiendo en la actual Bienal de Sâo Paulo?
Me invitaron a exhibir una instalación llamada "Slings". Recreé la instalación allí usando materiales brasileños, y fue interesante descubrir que el uso de tales materiales no alteró la integridad y el significado de la pieza.
¿Hacia dónde pensás que está yendo tu arte en el presente?
Mis obras han asumido una cualidad más táctil. Invasiva y obstructiva también. También estoy experimentando con la creación de trabajos en gran escala.
Quiero confrontar y abrumar al espectador por presencia matérica y riqueza de elementos visuales.
Nnenna Okore
Nacida en Nsukka, Nigeria. Estudió arte. Tras comenzar su carrera en África, se mudó a Estados Unidos. Allí continuó sus estudios y es donde actualmente reside. Ha realizado muchas muestras individuales (Lagos, Londres, Chicago, París, entre otras), colectivas en diversos lugares del mundo, ganado premios y participado en eventos como la última Bienal de San Pablo. Realiza una vasta tarea docente, principalmente en la North Park University de Chicago.
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Lamps |
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Flora 2 |
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Slings |
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The Vogue |
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