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Lunes 5 de marzo. Llegué a las 15:05 hs. con un cielo negro, pesado, a punto de explotar. El taller está en una ex fábrica en el barrio de Once. Alfio Demestre, Maximiliano Bellmann, Mariano Giraud y Mateo Amaral son los cuatro integrantes de Oligatega. Ausente con aviso Amaral.
Maximiliano- Te ponés a grabar y nos quedamos todos en silencio a esperar que llueva.
Mariano- Algo así pasó una vez. Habíamos hecho 4 o 5 muestras, y nos convocan para un encuentro de artistas y poetas para hacer algo en conjunto, en el Cabaret Voltaire. A nosotros nos invitaron para hacer las dos cosas, escribir y hacer una obra. Hicimos un robot que tenía un parlante y por un micrófono hablaba de la lluvia, la lluvia, lluvia. Justo al lado del robot pasaba una columna con un caño como de desagüe y empezó a llover mal, pasaba el agua por al lado del robot, fue increíble.
Maximiliano- Parecía un efecto especial programado.
Mariano- También parecía que el robot se daba cuenta de que estaba lloviendo.
Ustedes asimilan y aprovechan muy bien estos hechos inesperados, mágicos. ¿No? ¿Todo aporta?
Alfio- Muchas veces pasa eso. También en las primeras instancias hay un desconcierto general, entonces todos los acontecimientos que suceden son asimilados y transformados.
Maximiliano- Estamos acostumbrados a que haya múltiples puntos de vista. Por eso uno puede creer que hay magia y otro pensar que no hay nada.
Alfio- Igual las composiciones en cuanto a la dialéctica no sirven. No sirve que uno de nosotros diga "esto a mí no me gusta". En lugar de no me gusta, tenés que proponer una idea concreta y hacerla. Las ideas buenas suben a la superficie solas.
Maximiliano- En lugar de decir que algo no nos gusta, actuamos directamente.
Mariano- En la pintura es más concreto, alguien hace algo y viene otro y lo tapa.
¿Y no pasa nada?
Maximiliano- Sí, pasa algo mejor.
¿Como qué? ¿Se ríen? ¿Violencia?
Maximiliano- Violencia no ocurre nunca.
Alfio- Violencia sí, agresión no. La violencia no es algo malo, es una idea fuerte que choca contra otra.
Tienen obras con imágenes violentas, catastróficas, como Puerto Madero estallando íntegro, o el Abasto tapado de agua y rodeado de lagartos, el atentado con bombas en el Centro Cultural San Martín.
Mariano- Esa violencia tiene que ver con la atracción por lo postnuclear de la ciencia ficción clásica. Hay una mitología alrededor de las ciudades en ruinas, desde "El eternauta" a "La guerra de los mundos"...
Cuando vi la obra del Abasto inmediatamente me vino la imagen de River en "El eternauta".
Alfio- Bueno, esas eran una serie de imágenes por las que nos convocó Lucrecia Martel para trabajar con ella en "El eternauta", aunque lamentablemente esa producción quedó en la nada.
¿Lucrecia los convocó para qué se encarguen del arte de “El eternauta”?
Mariano- La dirección de arte de una parte de la película, la de la ciudad destruida. Estaban en un comienzo de la producción, tuvimos reunión con Lucrecia y Kramer, pero después la sacaron a ella.
Maximiliano- Una lástima, para nosotros era guauu. ¡El eternauta!
¿Esas obras donde destruyen lugares de consumo turístico de Buenos Aires contienen una crítica?
Mariano- No, en nosotros no existe una crítica social en el momento de hacer la obra. Cada uno tiene sus ideas, que se pueden filtrar, pero no buscamos exponer claramente una crítica.
Maximiliano- La imagen del Abasto surgió por familiaridad, porque yo paso todos los días por ahí. Estábamos pensando en la muestra y saqué la foto del frente para trabajarla, pero sin ninguna idea de crítica. Era solo un escenario cotidiano para pensar en cómo sería transformado en otro mundo.
Alfio- Hay cierto placer en pensar los lugares cotidianos que a uno lo alienan, en cambiarlos dramáticamente con acontecimientos que serían terribles.
Mariano- También quizás tiene que ver con que Oligatega se gestó en un momento catastrófico de la Argentina como fue el 2001. El embrión viene de 1999, pero en esos primeros años Oligatega se fue armando sin querer y después empezamos a tener conciencia. Entonces, un poco está ese espíritu en nuestras imágenes.
Nos gusta mucho la ciencia ficción y casi siempre la ciencia ficción tiene que ver con la cuestión apocalíptica, o de distopía, o de futuros alternativos. Cambios de miradas, un abrupto cambio de las circunstancias; cosa que acá no sucede, no hay terremotos, ni inundaciones tremendas que se instalen en la ciudad.
Pasó lo del tren en la Estación Once la semana pasada, con 51 muertos.
Alfio- Fue una tragedia terrible pero alrededor de la ciudad no pasó nada, no provocó cambios.
No sé qué pasa si se tapa toda la ciudad de tres metros para arriba de agua, o la vez que nevó, es un acontecimiento general que cambia algo dramáticamente.
Sus obras contienen muchos datos.
Maximiliano- Están sobrecargadas quizás.
Mariano- Es que tienen muchas capas. Cada intervención nuestra es una capa y otra capa, los 4 vamos sumando.
Alfio- Lo más difícil es sintetizar.
Maximiliano- Lo más fácil es agarrar un espacio y llenarlo de datos, dibujitos, palabras, colores. Las primeras obras que hicimos eran así. Unos exágonos llenos de imágenes y a partir de ahí empezamos a tratar de frenar. Esa acción de poner un recorte a la imagen es la acción más Oligatega que mantenemos. Crear un desorden y después hacer sobre eso un recorte para poner el foco en algún lado.
Mariano- Lo que sucede también es que entre todos sumamos un conocimiento técnico muy grande; porque si bien coincidimos en que todos pintamos, usamos la compu y hacemos escultura, cada uno tiene su fuerte donde se desenvuelve mejor.
¿Por ejemplo?
Mariano- Resoluciones técnicas eléctricas y electrónicas, Alfio.
Alfio- Porque estudie en el Otto Krause. Me interesa todo lo que tiene que ver con la luz, los aspectos de la escultura y la instalación con respecto a la luz. También estudie joyería.
Maximiliano- Lo mío es la música. Trabajo mucho con sonido. También la computadora, editando o diseñando videos de animación, fotos, arte digital en general, dibujo mucho, hago kung fu y meditación. Vamos cruzándonos y aprendiendo mucho del otro, Alfio me enseñó mucho de electrónica.
Alfio- Mariano hace todo lo de animación, todo lo de digitalización, 3D, el mundo de la computadora.
¿Y Mateo?
Mariano- Todo lo que tiene que ver con sonido, hace música. Pinta y dibuja mucho. Es una máquina de dibujar. Las bases de muchas de nuestras obras empiezan en bocetos y dibujos de Mateo.
Alfio- Además dibuja con una composición y disposición espacial que a todos nos clarifica y grafica para dónde queremos ir.
Maximiliano- Nosotros pensamos dibujando, nos ponemos los cuatro a dibujar y mientras conversamos, nos vamos mostrando ideas con dibujos de lo que queremos. Sucede que si después haces el recuento, la pila de dibujos de Mateo triplica las nuestras por lo rápido que va.
Mariano- Tenemos pilas y pilas de dibujos de los cuatro.
¿Son prolijos con la documentación de lo que van haciendo?
Maximiliano- No, somos un desastre.
Mariano- Después de 12 años no tenemos una pagina de internet. Cada uno individualmente sí tiene su web. La única manera posible es que alguien que no sea de Oligatega esté interesado y nos la arme.
Alfio- Hay artistas que tienen dos años de carrera y tienen un archivo y diagramación de todo lo que es su obra que es increíble, muy profesional. Nosotros no tenemos eso. Funcionamos desde un lado de la creación y nos dedicamos cada vez que hacemos una muestra a reinventar otra vez los sistemas.
Mariano- Creo que es una contribución al caos general, una esquizofrenia, porque hay cosas que no hay manera de hacerlas.
Alfio- Y sobretodo porque no somos una empresa, no hay jerarquías, todas las situaciones son libres.
Maximiliano- Se largó la lluvia, que hable ella.
Alfio- Lo que pasa en Oligatega no pasa en ningún otro ámbito de la sociedad; en todos los grupos de trabajo, en una empresa, en un teatro, editoriales, etc., siempre hay alguien a la cabeza, un manager o editor. Hay uno que sabe todo y el resto que no. Acá es al revés, todos sabemos todo y confiamos en todos.
Cada uno de ustedes tiene dos cabezas, la individual y la del grupo, hacen obras en forma individual y con cabeza de grupo.
Mariano- Hay cosas que no harías jamás en tu obra personal, pero acá te arriesgás a meter en el grupo porque sabes que se diluye en esta especie de caldo. Entonces te podés permitir mandar algo para ver cómo resuena, qué sucede. Y en la obra personal estás más cuidado, más certero y preciso, o sos más estricto en el discurso de cuáles son tus intereses.
¿Oligatega limita la obra personal?
Alfio- No, porque Oligatega es uno también, entonces tenemos el doble de posibilidades.
A veces lo complicado es cuando salís de Oligatega. Hace poco hicimos una residencia en el Teatro de La Plata y te encontrás con mucha gente que no sabe laburar en grupo. Tenían ganas pero no sabían cómo. Sus aportes eran conceptos cerrados como lo que decíamos antes: "esto no me gusta". O les pasa que no quieren aportar lo mejor que pueden dar, por miedo a que se diluya en una autoría grupal.
Mariano- También sucede que llegás y proponés algo a los chicos, y si es una idea muy cerrada, no funciona en Oligatega. Tiene que ser una idea que dispare algo para que todos hagamos el descubrimiento. Es un truco que también hemos aprendido, cuando uno tiene una idea, la trae y la deja ahí en el aire, sin terminar.
¿Se fueron conociendo dentro de Oligatega o ya eran amigos?
Maximiliano- Ya éramos amigos de antes. Nos conocimos en la Pueyrredón.
Mariano- Oligatega se formó sin darnos cuenta, de golpe estábamos haciendo una muestra sin haber dicho "tengamos un grupo de arte".
¿Cómo fue la primer muestra?
Mariano- En la primera éramos 5 los Oligatega, estaba Leandro Tartaglia. Había varias obras individuales nuestras y dijimos "hagamos una entre los cinco", entonces surgió un video, “El gatovisita”. Esto fue en Juana de Arco, Flavia da Rin había mostrado antes ahí y le ofrecieron el espació, entonces nos invitó a mostrar. Después de eso vino otra propuesta, y otra, y cuando nos dimos cuenta éramos un colectivo de arte.
¿En esa primera ya tenían el nombre Oligatega?
Mariano- Si. Hay como una mitología que se va sucediendo, entonces vamos inventando palabras.
Leí que fue una aparición.
Alfio- Fue en Zárate, un fin de semana que fuimos a la casa de Mariano, dibujábamos todo el tiempo, y en un momento nos fuimos a pasear por un campo de golf. Era de noche y Mateo vio algo.
Maximiliano- Vio una comadreja pero dijo: "mirá, mirá un oligatega". Le salió esa palabra, no se si la habrá pensado de antes o le salió ahí por primera vez. Nos dio mucha risa, y después la dibujamos. Cuando hubo que poner un nombre nos acordamos y le pusimos de una Oligatega.
Mariano- Y el Numeric se lo pusimos porque en esa época estaba de moda el arte digital, y le pusimos numeric por digital en francés, pero estaba mal escrito con c al final. Cuando se fue Leandro del grupo, hace como cinco años, se lo sacamos y dejamos Oligatega solo.
Trabajaron mucho tiempo en la galería de Daniel Abate.
Maximiliano- Fue la primer galería de verdad que tuvimos, hicimos dos muestras.
Alfio- Antes trabajamos en distintos lugares por invitación hasta que quedamos en la beca Kuitca ,y ahí en un momento las galerías venían y se disputaban a los artistas, y nosotros quedamos con Abate.
¿Las galerías se mataban entre sí por representarlos a ustedes?
Mariano- ¡Jaja! Por nosotros no, pero por otros sí.
Alfio- Abate nos llevó muchas veces a arteBA, estuvimos en el Premio Petrobras, en el Open Space también.
¿Cómo fue la experiencia con la música?
Maximiliano- Cuando estábamos en la beca Kuitca teníamos un grupo de música. Igual ya venía de antes porque nos juntábamos y tocábamos en las casas de cada uno.
Alfio- Los músicos de verdad son Maxi y Mateo. Yo me encargaba más de poner las luces, pero terminaba tocando.
Mariano- El grupo se llama Rondamones. Y fue gracioso porque la tercera vez que tocamos ya fue en Cemento con mucho público. El chiste era hacer cualquier porquería. Ensayábamos bien pero era un desastre en vivo. Nunca se sabía bien qué era.
Maximiliano- Había mucha confusión.
Mariano- Sí, por momentos era una performances donde éramos artistas haciendo de músicos. Entonces un día decíamos hoy somos rockeros, no, ahora hagamos noises. Siempre haciendo diferentes puestas en escena.
Maximiliano- En algún momento también hicimos algo más elaborado, como en Belleza y Felicidad, que era como una mini ópera.
Alfio- Y después tocamos en el Colón.
Mariano- Cemento y el Colón.
Se larga cada vez más fuerte la lluvia y Alfio propone ir arriba, donde se va a poder grabar mejor la entrevista, porque ya estamos todos gritando. Subimos un piso por escalera y nos encontramos con los Provisorio Permanente, que están con Soto planeando la foto de tapa de este número, chistes entre ambos colectivos y seguimos un piso más arriba.
Laburaron con los Provisorios en conjunto hace unos años.
Mariano- Nos invitó Laura Spivak para el CCEBA e hicimos una fusión que estuvo buenísima.
Maximiliano- Éramos ocho trabajando juntos, parecía una fabrica. Nos juntamos a charlar para ver que hacíamos y surgió la idea del egregor, de que la vida llegó a la tierra en un meteoro congelado y ahí se inicio el proceso de la vida. Entonces se nos ocurrió retratar ese meteoro fundante que se llamó Toponave, una especie de bola de materia viva informe.
Alfio- Esta bola iba a caer y de ahí se iban a desprender todas sus ramas evolutivas.
¿Cómo surgen los títulos de las obras o muestras?
Alfio- Los títulos algunas veces no son muy pensados, otras veces son fundamentales. Nos pasó que vamos a entregar una obra, tenés que llenar una ficha donde tenés que poner el título, y el que está ahí se lo pone.
Mariano- Cuando estamos conversando surgen nombres porque tenés que nombrar las cosas de alguna manera.
¿Domótica ameba?
Alfio- Ese es viejo, lo tenemos desde los principios de Oligatega. Cuando surgió la muestra en Catena dijimos "porqué no hacemos Dómotica". Porque queríamos trabajar con este imaginario de las casas tecnólogicas de los 50. Cómo iba a ser el futuro de las ciudades, la arquitectura. Después, de eso quedó poco en la muestra.
En esta última muestra hay un muppet como protagonista.
Mariano- Tiene una historia ese muppet, se llama Oligoteko, es como un fantasma. Está muerto y se transmite en la computadora como una especie de utopía ciberpunk.
Maximiliano- Tiene que ver con William Gibson, el autor del "Neuromante".
En esa novela hay un personaje que muere pero sigue su cerebro digitalizado en un rack de computadora, y funciona como ayudante de otro personaje, se llamaba Flatline. Y a este muppet Oligoteko le sucede algo parecido.
Alfio- Porque veníamos hablando del transhumanismo, todas esas teorías de cambiar la vida con el empleo de nuevas tecnologías para mejorar las capacidades mentales y físicas.
¿Sus influencias más fuertes son el cine y la literatura?
Maximiliano- Muchas, de literatura Philip K. Dick, Ballard, Asimov.
Alfio- Literatura de ciencia ficción. Y el cine como el de Kubrick es un pilar fundamental.
¿Cómo creen que el publico recibe su obras?
Mariano- Creen que hacemos instalaciones donde hay muchos cables y enchufes.
Alfio- Tecnológico con cosas exóticas. No estamos alineados con ninguna de las tendencias. Hacemos un tipo de obra que no es localista, ni autorrenferencial, tratamos las imágenes de una manera más apocalíptica universal.
¿Aparece el tema de la sexualidad en alguna de sus obras?
Mariano- Sí, en la obra que hicimos para el telo era una historia de amor entre un astronauta y una prostituta espacial, con muchas escenas eróticas.
¿Era una performance?
Maximiliano- Sí, ella estaba casi desnuda y él vestido de astronauta. Ella le chupaba la escafandra, él le bajaba la bombacha, era como un porno soft.
Mariano- Eso lo podías ver desde una ventana, pero también estábamos nosotros adentro filmando y la cámara estaba conectada a un televisor que se encontraba en la puerta y podías ver otro ángulo que el que veías en la ventana.
Maximiliano- En Toponave había unas escenas sexuales, había un baterista que estaba al palo y le salía un brazo como pija.
Alfio- Había muchas escenas fálicas en Toponave, pero en realidad no había un planteo específico. Kuitca en la beca nos decía que nosotros siempre estábamos con el tema de los nenes que les gusta jugar con los autitos, robots y naves espaciales.
Maximiliano- Cuando hicimos Mobo6 en el MAMBA, en una escultura que hicimos Laura Buccelatto veía claramente un aparato sexual, era un palo con una flor en la punta.
Mariano- Nosotros ni nos enteramos.
¿Los criticaron por no tener ninguna integrante mujer en el grupo?
Alfio- No les damos tiempo a que nos critiquen.
Maximiliano- Sentimos que Oligatega es algo como tribal, un grupo de chabones apuntando hacia algún lado. En el grupo hay un contexto caótico, llegás y te encontrás con todo tirado, barro, agua, electricidad, y así trabajamos, es como otra actitud, yo en mi casa tampoco soy así. Veo difícil a una chica en este contexto.
Alfio- Igual hemos ido progresando, en un momento el taller era imposible.
Mariano- En un momento tuvimos el proyecto de la novia de Oligatega, una especie de secretaria novia de todos.
Alfio- Bueno, el grupo de las Conchetinas se armó después que nosotros y varias fueron novias nuestras.
Mariano- Igual nada que ver con nosotros.
Alfio- No, más que nada por el vínculo.
¿En las últimas muestras había más cuadros y menos instalación?
Maximiliano- Generalmente adaptábamos los formatos al espacio. En esta última muestra en Catena, dijimos "no juguemos con los formatos, juguemos con los contenidos". Igual terminamos haciendo una instalación grande y compleja. Generalmente nuestras obras tienen varios planos, un nivel textual, de imagen, y sonoro, donde no se sabe exactamente dónde empieza y dónde termina. Entonces, cuando uno usa esos formatos más conservadores como una obra enmarcada, se crea un contraste.
Mariano- El juego con los marcos empezó cuando estábamos en Abate e hicimos una serie de pinturas con marcos de plástico deformes. Tratábamos de que el trabajo del marco fuera tan intenso como la imagen enmarcada.
¿Fueron criticados por usar tantos cuadros?
Alfio- Es que había instalación también, aparte de los cuadros. Igual el tema de las críticas no llegaron, no sé si hubo críticas. Acá la crítica es muy chica, muy pedorra. Hay tres o cuatro personas que escriben bien pero los tenés que llamar especialmente para que vean tu muestra; si no, no vienen.
Mariano- Yo personalmente te digo que, más allá de las obras y muestras que hagamos, el mejor descubrimiento que tuvimos entre nosotros es aprender y tener una forma de trabajar entre todos, pero sobretodo pasarla bien. Al fin y al cabo el tránsito en este mundo se trata de eso, ¡bah! qué se yo, no voy a decir yo de qué se trata. Me hace muy feliz estar en un proyecto así. El hallazgo que hemos tenido es transitar todo este tiempo haciendo algo que nos constituyó. Lo que estoy diciendo es re-hippie, pero no puedo evitarlo. A mí me sorprende la cantidad de cosas que hicimos juntos, poder hacer música un día, y cuadros al día siguiente.
¿Siempre que se juntan es para trabajar?
Alfio- No, este año está planteado para juntarnos y pasarla bien, como ver películas. Es un año donde vamos a producir más obras individuales.
¿Le gustaría hacer cine?
Mariano- Siempre tenemos ganas de hacer una película, pero nos salen cuadros.
Maximiliano- Hicimos muchos videos y tenemos mucho material sin editar. Tenemos muchos amigos que trabajan en cine, así que colaboramos con ellos haciendo la música y hasta hemos actuado en sus películas.
Alfio- Igual hacer cine dentro del sistema que propone la industria del cine comercial no nos interesa, nos parece una mierda. Es un sistema o formato jerárquico que no tiene nada que ver con nosotros.
¿Gastan mucha plata en producir sus obras?
Maximiliano- No gastamos nada. En esta última muestra hicimos nuestro mayor gasto en marcos, acrílicos, y el proyector.
¿Qué obra los representa más?
Mariano- “Tren fantasma” es una de las obras que funcionó mejor en todo aspecto, en el trabajo entre nosotros, en el recibimiento del público. Es clara, concisa.
Alfio- Es una linda obra con una lógica y un razonamiento muy especiales. También pasó que la compró un museo de España.
“El enorme” también es una obra significativa.
Mariano- Lo que tiene “El enorme” es que es una obra que trata de encontrar en la transrealidad por medio de una invocación, de una presencia que está más allá. Que está cuando estamos trabajando juntos. El enorme es un lugar, un ser o un estado misterioso en que nosotros indagamos.
Alfio- Es difícil de explicar porque tiene que ver con una situación casi esotérica que sucede cuando nosotros estamos laburando. Pero que es lo mismo que puede llegar a pasar en un fogón, con unos tipos tocando la guitarra.
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