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Disclaimer: Agradezco la oportunidad de escribir algo para este medio tan vaporoso no sin advertir a los receptores que lo que sigue son sensaciones subjetivas de un participante cualunque, propietario de un kiosquito dentro de un kiosco mayor. No me considero habilitado para sobrenadar la propia subjetividad al estilo de un crítico con aparato crítico, un teórico con aparato teórico y así sucesivamente.
1
Para muchos la primera señal de estar en Arteba es esa inexplicable humillación de estar horas en una cola para sacar una puta credencial, un proceso que en cualquier feria de Estados Unidos dura algo así como un minuto y medio incluyendo la foto . ¿Qué función cumple que esto se haga tan mal? ¿Tener a dos siervos de la gleba llenando talonarios durante horas es una señal de elegancia/modernidad? ¿Es un test de buena conducta? ¿Se analiza lo conversado en la cola para ver si hay algún terrorista infiltrado dispuesto a hace saltar por el aire la embajada de Costa de Obama, que está al lado del estacionamiento?
2
El hecho de que con todas las obras ya colgadas los bancos organicen su propia fiesta el día antes que entre la plebe roba un poco de show a la inaugureta oficial . En la misma, no se verá gente tan pero tan bien vestida como para que se llegue a lo memorable y el intelectual sabelotodo pueda decir a sus nietos: “El vestidito de fulana aquella noche era cosa de no creer; todavía no se sabe de qué material estaba hecho”.
2.1.
Los artistas que estuvimos montando todo el día no tenemos dificultades en colarnos en el champagne de los ricachones. Pero estamos cansados y transpirados y sin afeitar, por lo que la situación es de agua y aceite. No se forman parejas ni se hacen negocios fuera del endogrupo. No se nos echa para ahorrarle un mal momento al personal de seguridad, que será muy necesario en los días subsiguientes.
3
Los sponsors más activamente entrometidos en la feria arman una tríada de idearios hedonistas o de huida:
Converse pareciera aludir a una juventud insolente de fenotipo nórdico antes de entrar plenamente en el mercado de trabajo. En consonancia con años anteriores, la instalación misma de su stand es un statement prepo del tipo “mirá la guita y la tecnología que tengo, ni la Minujín tiene una pantalla tan grande como la mía”.
Mercedes Benz alude a la perfección venida de afuera, a la velocidad, y algo de nordicidad digamos que aporta.
Chandon, qué decir, es el nombre para la celebración de la prosperidad.
No hay íconos relacionados con la producción intelectual en un eventual “polo tecnológico”, como podrían ser Epson o Macintosh. En resumen, podría ser sólo un update del viejo sueño argentino de celebrar sin producir nada.
4
Pero ojo. Mercedes Benz va un poco mas allá. ¡Por algo tiene su casa central en un pueblo de Poetas y Pensadores! Y ofrece algo que tiene que ver con el intelecto. La compañía está detrás de toda una sección de la feria llamada “U-Turn”, con arte new new recién bajado del container y curación de una iraní muy vistosa, a la que no tenemos la suerte de ver por los pasillos.
Las obras en “U-Turn” no están mal, aunque para mí en un primer golpe de vista resulten un poco jetonas y paranoicas… very Kunst, viste?... y el montaje es algo desangelado. La muy comentada obra de Saraceno está colgada de una manera en que a duras penas se la puede distinguir de un ejercicio de morfología, cosa que seguramente no es.
5
Sensación después de las primeras recorridas por pasillos y stands: Es difícil encontrar un must-see. Ni hay papelones ni obras maestras.
Artistas de trayectoria muestran obras ya conocidas de mucha calidad, pero otros no tan celebrities sacan tesoritos de abajo del poncho.
6
Una queja desde mi Yo Gremial: la poca presencia del dibujo; a veces creo que se confunde dibujo con cualquier “obra chiquita sobre papel”.
7
La modita del año ( siempre hay alguna): el papelito cortado siguiendo alguna filigrana, especialmente de billete; en años pasados no había nada de eso, y ahora abunda en galerías muy alejadas geográficamente entre sí.
8
A diferencia de otros años, me las ingenio para entrar en el VIP casi todos los dias. Me llama la atención que haya tan poca gente y que la temperatura sexual-conspiracional sea tan baja. Parece no cocinarse nada turbio. ¡Qué bajón!
9
El turismo entre clases sociales es otra de las muchas funciones del Argentinische Kunst. En una de las obras del Premio Petrobrás unas chicas muy chetas arman una galería de arte triangular bajo el signo de Pappo, figura muy argentina objeto de un culto plebeyo, y que por ahí las chicas eligen para configurar un verbo cheto a partir de un tradicional cristalizado de flujos heteroplebeyos, algo así como transformar un logotipo en verbo, el viejo sueño de la teúrgia… ( al vesre que Nicola Costantino). Creo ver aquí un guiño antigeneracional pero nada parricida. Posiblemente ( y entre muchas otras cosas ), las chicas buscan burlarse un poco de intelectuales maduros de aristas rockeras más que de sus propios padres, que de hecho todavía las mantienen.
10
No tengo reproches al jurado del Premio Petrobras por sus elecciones. Creo bastante útil, en un contexto amenazado por la sobreadaptación y la ansiedad monetaria, el haber llamado la atención sobre obras comercialmente inasibles o directamente invendibles; está bien recordarle a la gente que una feria de arte no es una feria de decoración y que el arte es cosa mental.
11
ArteBa. Veinte años entre nosotros. Al principio ni daban ganas de exponer, me acuerdo muy bien. Y ahora si no estás ahí nos sos nadie.
Lo que es cuestión más peliaguda es determinar si aparte de una feria de Arte estamos tratando con una feria de Arte Contemporáneo. Dicho en otras palabras: ¿Qué tan contemporánea es ArteBA?
Lux Lindner,
Nace antes de 1972. Dibujante y Activista. Autor de la Teoría de la Madre.
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