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Entrevista gangbang del staff de SAUNA, al que se sumó Darin Wixon, con BRUCE LABRUCE, director de cine de culto Post-Porno, a raíz de la presentación en la fiesta aniversario de SAUNA de su reciente film "LA Zombie".
SAUNA: Dijiste hace un tiempo que “el porno es el futuro”. Ahora se comenta que tu próxima película “Santo, The Obscene” no contendrá sexo explícito. ¿Cambiaste de idea?
LABRUCE: Ya dije antes que no iba a volver a hacer porno… ¡y terminé haciéndolo! Jajá Es que se torna difícil, porque se te presenta la oportunidad y terminás pensando: -Puedo hacerlo a mi manera y ganar dinero fácilmente; tengo las conexiones, es algo que conozco bien… Pero también se puede tornar una especie de estigma cuando tratás de virar hacia un tipo de cine más mainstream. Por ejemplo, “Santo” tiene un estilo más de cine arte europeo; el protagonista es intensamente “pornográfico” en un aspecto, ya que es un santo que hace milagros pero haciendo cosas… obscenas... por lo cual es una especie de secuela de LA Zombie también. Pero en este caso hay algo más metafórico, casi como de parábola, ya que hay muchos elementos religiosos. Por otra parte, lo que el protagonista hace es muy… extremo. Por lo cual consideré que necesitaba un toque más “light”, en el sentido de ser menos sexualmente explícita pero más consistente en los textos, esto fue una decisión, una preferencia mía. SAUNA: ¿Cómo te ves ingresando al sistema del cine mainstream? Sentís oposición hacia vos por tu background en el porno?
LABRUCE: La verdad que no pienso en ello. No estoy detrás de la idea de trabajar con estrellas y todo ese sistema; lo que sí, soy más bien pragmático, por lo cual trato de ver qué puerta está abierta para meterme, o quéé dirección debo tomar, dependiendo de las circunstancias. Pero siempre siendo fiel a mí mismo, haciendo mi trabajo y, eso sí, aprovechando las oportunidades que puedan aparecer. SAUNA: ¿Hay directores de cine porno que te interesen especialmente? Así como son conocidos tus homenajes y citas en tus películas a directores como Billy Wilder, Buñuel, Waters, Romero, Godard, Jorodowsky y otros. ¿Cuáles son tus referentes en el cine porno?
LABRUCE: Sí, me interesan mucho algunos directores específicos de porno de los 70 como Peter de Rome, Peter Berlin, Fred Halsted, Joe Gage. Hay cierta experimentación técnica, personajes, cierta búsqueda orientada a lo artístico, que fue lo que me inspiró de este tipo de directores.
SAUNA: ¿Te gusta que te comparen con John Waters? LABRUCE: Bueno, la gente siempre compara. Es cierto que ambos hacemos un cine de tipo trash; lo de él también es muy fuerte, es un iconoclasta con un algo de “actitud punk”… le gusta exponer los tabúes sociales… en fin. Igual creo que mi cine es muy diferente, pero hay puntos de contacto, es cierto.
SAUNA: A pesar de que LA Zombie es una película que juega con el grotesco de las películas clase B, no deja de ser bizarro ver a un zombie cogiendo con condón. ¿Fue esto un problema estético, un mensaje a favor del sexo seguro? ¿O una suerte de límite ético ante tanto desborde visual?
LABRUCE: No exactamente un mensaje. Incluso, se había filmado así pero consideraba la posibilidad de borrarlo en post-producción. Luego pensé que estaba bien así. Probablemente es más bien una cuestión estética acorde al tipo de película. Digo: en ella hay mucho de imaginación, la criatura misma es pura imaginación; y todo es esquizofrénico, delirante, casi una alucinación. Por lo cual es como que usar un condón se torna casi… demencial. De eso se trata, de aportar más irrealidad al conjunto.
SAUNA: La religiosidad católica y la pagana y sus íconos, son un tema bastante tratado en el arte contemporáneo. ¿Esto te sirvió de inspiración para tu última película “Santo: The Obscene”? ¿Es un tema que te toca?
LABRUCE: Mmm… no soy religioso en un sentido tradicional, pero sí me atrae el tema, y estoy próximo a gente que está involucrada en ello. Mi marido, que es cubano, por ejemplo, practica santería. Él es en realidad una especie de sacerdote en ese culto. Yo por naturaleza soy escéptico, muy racionalista, pero me siento atraído por la dimensión de lo espiritual, y trato de estar abierto a la cosa mística. Respecto de mi película Santo, por ejemplo, es una combinación de cosas; él es un personaje muy espiritual por un lado, pero a la vez se manifiesta en contra de las religiones organizadas.
SAUNA: ¿Y vos también practicás santería o es algo solo de tu marido?
No la practico yo mismo, leí algunas cosas, participo en algunas ceremonias, cosas así, pero nada más. El santo de mi marido es Changó… con respecto a mí… no creo que sea uno solo… jajá.
SAUNA: Enunciabas que "la heterosexualidad es el opio de las masas". ¿Qué opinión te merece que en países como Argentina los movimientos gays tiendan a producir reformas burguesas como el casamiento, que los asimilan a la mayoría hetero? Especulando con el posible formateo de una cabeza que hereda los clichés de la heterosexualidad, como la monogamia, podría decirse que parece un avance en cierto campo y un fuerte retroceso en otro.
LABRUCE: Para mí representa un dilema, porque de hecho la homosexualidad siempre fue vista como una disfunción física, como una inadaptación, algo radical, casi enfermizo si no criminal; y a la vez como lo no convencional… lo anticonformista. Hoy por hoy, el movimiento gay y todos sus logros traen aparejados, a la vez que legitimidad e integración, cierto conformismo y asimilación al sistema, y es por eso que se terminan adoptando algunos valores conservadores y liberales. Entiendo que los derechos civiles dieron forma y sostén al movimiento gay para lograr reconocimiento; pero creo que parte del problema es que con el logro de esos derechos civiles -que representan, sin duda, una compensación- se generó una tendencia a ser más conservador y moralista; un cierto tipo de moral normalizada y aceptable apropiada para la lucha política que representa el obtener derechos y reconocimiento. Tal vez tiene que ver con un período histórico en el que es necesario asumir este tipo de compromisos, pero lo que yo me pregunto es si éstos códigos morales no fueron adoptados como una estrategia para lograr asimilación social; porque implican adoptar ciertas normas que el rol tradicional heterosexual respeta y exige… es el típico caso del oprimido que se vuelve opresor. Ahora lo gay está identificado con algo más “aceptable”, y este tipo de gente más radical es rechazada o mal vista, y les cuesta ser asimilados, no pueden ser asimilados. La cultura gay se está volviendo muy conservadora…
SAUNA: Una especie de “mundo en gracia”.
LABRUCE: ¡Yo creo que es más bien una desgracia! jajá. Nunca me gustaron esos “mundos ideales”, me recuerdan un poco a “Los Walton”… Ese tipo de valores familiares patriarcales. Yo creo que en este terreno cada uno debe ir a su aire y buscar lo que más se ajuste a sus necesidades. Una especie de “Homonormativa”… Por otro lado, creo que toda esta crisis social y el reciente desastre económico, pueden obsequiarnos con nuevas oportunidades de romper ciertas cárceles, ciertas celdas. Si liberamos la imaginación podemos llegar a un nuevo paradigma social, a nuevos paradigmas sexuales. Creo que esta crisis social que vivimos es una buena oportunidad de abrir campos nuevos e inexplorados…
SAUNA: Viendo tus películas, puede deducirse que no sos monógamo. ¿Cómo influyó tu trabajo en tu vida privada? ¿El director se comió al individuo?
LABRUCE: Nunca tuve problemas con una relación sexualmente abierta porque nunca creí en la monogamia. Me gusta tener una vida íntima, una pareja; sobre todo cuando sos una persona pública, necesitás encontrar refugio en tu casa (sobre todo si tu pareja no es una persona pública), un cable a tierra, digamos… Pero eso es lo más importante de una relación amorosa para mí, no la monogamia.
SAUNA: Teniendo en cuenta que sos una persona con un trabajo “homocore”… ¿cómo es tu relación con el erotismo? Al ver tu última película, ¡no se sabe si masturbarse o vomitar!
LABRUCE: ¿Vomitar y masturbarse a la vez? Eso es lo que siento yo cuando tengo sexo… jajá. Sí, claro, entiendo de qué va la pregunta. Este tipo de planteo es lo primero que mis productores de LA Zombie me dijeron: -Esto es desagradable – Esto es pornografía pura – Esto es violento… pero yo lo veo de modo diferente, casi desde un ángulo político. Mis películas, siento yo, representan cierto tipo de crítica al concepto de entretenimiento actual, que es tan brutal, violento, grotesco, cínico, al límite de lo pornográfico. Por eso, mi estrategia es tomar ese mismo concepto pero llevarlo más lejos aún, volverlo más extremo, para concientizar a la gente sobre lo que realmente están viendo enmascarado como entretenimiento; y confrontarlos con los puntos en contacto de, por ejemplo, una película de Hollywood: tortura, violencia, pornografía encubierta. Creo que lo más importante es siempre el mensaje oculto, el subtexto. Por ejemplo, LA Zombie es una película extremadamente violenta, pero lo que en realidad está diciendo es que esta criatura, este “monstruo” está dando vida; reanima a la gente teniendo sexo con ellos, los trae de vuelta a la vida, lo cual no lo convierte en un personaje cínico o malvado, sino más bien en un personaje emotivo.
SAUNA: La música es muy importante en tu mundo. ¿Cómo surgió la idea de lo que filmaste en el video con France De Griessen de I want to be you, soundtrack de LA Zombie? Es tan fuerte la imagen de Francois Sagat, perfecta máquina viril, conviviendo con o soportando lo que hace France...
LABRUCE: Ese video surgió como una idea que tuve durante el rodaje de LA Zombie, en parte porque Francois Sagat me había planteado la idea de lo difícil que sería para él como actor llorar en una escena, aunque me dijo que había estado llorando por un chico últimamente… jajá. Así que así surgió el video, y el efecto de él llorando es tremendo, teniendo en cuenta que él REALMENTE está llorando, no hay engaño ni truco ahí. Pero también aparece a raíz de la canción en sí misma; France De Griessen es genial, esa letra “Quiero ser vos”, porque vos sos hermoso… funciona como una suerte de reversión de lo usual, en que la belleza femenina es el centro de las historias en los videos musicales. Acá él se vuelve el objeto bello, de deseo… ¡el bomboncito!
SAUNA: Tu película El santo se filma en España y sabemos que estás tratando con artistas latinos como Rossi de Palma, Bimba Bosé y el argentino Luizo Vega. ¿Dónde lo conociste y cómo lo elegiste para tu próxima película?
LABRUCE: En octubre me mudo un tiempo a Madrid y empiezo la etapa de pre producción. No es la primera vez que trabajo con Luizo Vega. El ya actuó en la ópera que dirigí en Berlín, en el mes de marzo: Pierrot Lunaire, de Arnold Schoenberg. Baila, actúa, posa desnudo, es performer… ¡increíble!
SAUNA: ¿Pensaste en hacer films aquí en Sudamérica, o tu iconografía precisa de un contexto y una historia política como los del primer mundo?
LABRUCE: Me encantaría. Estuve en San Pablo y en Río, y también en Buenos Aires y en Mar del Plata. Realmente me encantaría viajar más por Sudamérica, y me gustaría mucho filmar en la Argentina, de hecho… pero necesito… ¡money, money! Jaja. Variar locaciones me gusta porque representa el acceso a la ciudad, al país y su cultura. Cada locación te inspira, te hace percibir diferentes dinámicas y vibraciones, y una nueva y distinta configuración social. De hecho, yo estuve rodando en varios países y ciudades: hice dos películas en LA, dos en Berlín, un corto en Londres, otro en París. Adoro filmar en otras ciudades, creo que es la mejor manera de conocer culturas y gente. Bruce LaBruce (Southampton, Ontario, 1964) es un escritor, realizador cinematográfico y fotógrafo canadiense, afincado en Toronto. Llamó la atención primero con la publicación del zine queer punk J.D.s, coeditado con G.B.Jones. Actualmente escribe y produce fotografías para Honcho e Inches, y ha realizado controvertidas películas que mezclan las técnicas del cine independiente con la pornografía gay. Según sus declaraciones, con sus películas intenta rechazar el machismo presente en la pornografía corriente. En ella aparecen frecuentemente skin-heads, punkis, y escenas sadomasoquistas. Heterosexuality is the opiate of the masses (2005) |
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