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El sábado 29 de junio al mediodía finalmente arremetieron contra el monumento a Colón. La novedad me encontró cerrando otra nota acerca de este tema - ahora desfasada, ya que la activación del proceso obviamente modificó el panorama-.
Luego los días transcurrieron al ritmo de acá. Sin respiro. Así las cosas y con Colón al rojo, resumiré parte de la información más reciente que quizá algunos desconozcan, antes de dar paso a la entrevista con Graciela Fernández de Salvemos las estatuas realizada pocos días antes de este acontecimiento.
En Sauna #29 publicábamos esta nota, http://www.revistasauna.com.ar/03_29/05.html, que da cuenta de la decisión presidencial de quitar la estatua e instalar a cambio una de Juana Azurduy.
Surgió entonces una medida cautelar, que indica que al menos durante 3 meses la restauración y puesta en valor debe hacerse donde está el monumento ahora. Y exige explicaciones sobre los motivos reales por los que se trasladaría.
Bueno, de cualquier restauración sería la Ciudad la que debe hacerse cargo. Pero casi a la par del capricho del Gobierno Nacional, se destaca la pasividad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA). Aunque su Jefe aseguró en estos días que no permitirá que se lleven el monumento, el mismo sábado en que estaba siendo desmantelado solo se apersonaron ahí Lía Rueda y casi nadie más, siendo que son quienes tienen la obligación de defenderlo.
Mientras la grúa bajaba la figura del genovés la plaza permaneció cerrada. La gente, que se dio cita como pudo, insultaba y vociferaba desde detrás de la reja contra los que ejecutaban la tarea, quienes además tuvieron la mala idea de fotografiarse sonrientes y contrastados por la estatua ya en el suelo, como en aquellas siniestras fotografías de los arponeros de ballenas o los cazadores de onas.
Al día de hoy la estatua permanece en el suelo, siguen los desplazamientos de secciones del monumento y esto no se sabe cómo sigue. Agentes de la Ciudad controlan que no se la lleven. La plaza permanece ilegalmente cerrada.
Y mientras, algunas declaraciones públicas llaman la atención. Primero Parrilli, ideólogo a la par de la Presidenta de esta operación, transmitió un mensaje ambivalente prosiguiendo la argumentación de que estaría por encararse una restauración que el GCBA no lleva a cabo; pero por otro lado se refiere al valor de los símbolos y endilga al Ejecutivo porteño, en una burda elipse, la preferencia por "una estatua de la reina de Inglaterra".
Aunque las más insólitas son las de la misma CF de Kirchner, que en Twitter reconoció a la estatua como “símbolo extranjerizante”, a la par de las de Roca y Mitre, dando pistas de por dónde seguirá su cruzada iconoclasta. A Colón lo llamó por su nombre original, Cristóforo Colombo, en son de burla. No referiremos mucho más.
Mientras, el mismo sábado en que bajaron a Colón, Pagni en La Nación explicaba hasta qué punto había sido este delirio fruto de una vehemente sugerencia de Chávez.
Pero el macrismo y demás opositores siguen viéndola pasar cuando piden que el kirchnerismo se dedique a cosas más importantes o acuciantes. Aun no entienden que un monumento no es un mero adorno inútil y gracioso o nostálgico. Cuando el gobierno nacional reivindica su valor simbólico, acierta. También cuando recluta a gente de la cultura e intelectuales varios, dándoles un lugar de mayor trascendencia que el que les asignan los demás partidos, de derecha a izquierda. Más allá de que muchos sean cooptados mediante dádivas, claro. Que luego sean utilizados con propósitos viles, tal como sucede, es otra cuestión.
Al tiempo, se siguen sumando presentaciones judiciales del GCBA, la ONG Basta de Demoler y entidades de italianos. Además de impedir el traslado piden la reposición inmediata de las piezas removidas. Pero en realidad es imposible saber hasta qué punto se acatará la legalidad de acá en más.
Entre quienes hasta aquí han hecho un esfuerzo mayor resistiendo el arrasamiento están los miembros de Salvemos las Estatuas, que a la par de Basta de Demoler se destacaron en la defensa de la permanencia del monumento - entre otras cuestiones-.
Salvemos las Estatuas se define como un grupo de ciudadanos reunidos por iniciativa de Sonia Berjman, Gustavo Montagna, María del Carmen Magaz, Martha Levisman, Amira Barbosa y Graciela Fernández para estudiar, defender y hacer conocer el patrimonio escultórico de Buenos Aires y, en algunos casos, también del resto del país. Llevan adelante un blog muy activo: www.salvemoslasestatuas.blogspot.com.ar, que da cuenta de sus acciones y demás novedades referidas al tema.
Conversamos con Graciela Fernández acerca del affaire Colón, aunque el diálogo abre hacia terrenos linderos.
¿Tiene problemas reales el monumento?
Existe un estudio técnico realizado por Marcelo Magadán, que es un especialista - no como los que ellos pusieron a cargo, que no lo son-. Fijate lo que dice (me lo muestra): que hay quebraduras, hendiduras, se está colando agua adentro, procedimientos agresivos de limpieza, pérdidas de juntas entre los sillares, erosión superficial, formaciones de sulfatos, vegetación invasiva, microorganismos…
¿De acuerdo entonces con la versión Parrilli de que la intención es darle el mantenimiento necesario?
Es tan traído de los pelos que no se lo creen ni ellos.
En realidad cualquier restauración le corresponde a la Ciudad. Pero es justamente uno de los hechos más notables su ausencia. Santilli es el que más sale al ruedo, bien o mal pero sale. ¿Pero dónde están los cuerpos legales del Gobierno de la Ciudad que deben defender lo que es de la Ciudad? Te digo que si no fuera por el movimiento de las ONGs y los italianos...
La preocupación no es creíble porque no se está haciendo algo parecido con ningún otro monumento, además…
Pero es que es obvio que es en el lugar donde está donde podría ser mejor atendidos esos problemas técnicos, la puesta en valor. ¿Vas a desmontar una estatua de 40 toneladas de mármol de Carrara, la vas a llevar a un ambiente salobre que corroe el mármol poroso, con el añadido del riesgo de que se pierdan algunas de las miles de piezas?
Los italianos están muy calientes. Parrilli no tuvo otro remedio que recibirlos, hay un quilombo de aquellos. Toda la prensa italiana lo refleja y en son de escándalo. Se quejó el embajador, se quejó el conjunto de asociaciones y ahí debe haber dicho "no hay otra". Entonces los recibió rodeado de los legisladores de su bloque con ascendencia italiana. Y empezó a explicar todo eso, que la estatua necesita revalorización, dice que sufrió daños en el bombardeo del 55. Luego tomó la palabra Cabandié, que argumentó que ahí nadie se para a verlo porque es una vía de acceso rápido. Bueno, con ese criterio mudemos también la Fuente de Lola Mora, que le pasan camiones al lado todo el tiempo, o levantemos el monumento de los españoles. Se han puesto en contra a todos los tanos y también a las instituciones patrimonialistas de Mar del Plata que no lo quieren, porque ellos quieren su Colón, el que ya tienen. Así que concluimos que es una tenida del intendente Gusti…
¿No deberían además abrir la plaza?
Sí, otra cosa con la que no están cumpliendo. Estamos haciendo una presentación para que la Ciudad insista en que se abra, como indicaba el convenio que firmó Telerman. La plaza solo puede estar cerrada por seguridad presidencial durante actos. Por eso, los italianos están enojados ya desde antes. El 12 de octubre no les permitieron depositar la ofrenda floral junto al monumento, pidieron que les abrieran la puerta y no lo hicieron. Y para el bicentenario ellos prepararon también una placa conmemorativa y no se les permitió ponerla. Así que ¿a quién deja contento esto?
¿Reconocés a alguna gestión política de las últimas décadas como más sensible a la estatuaria?
No. Todo el patrimonio escultórico de la ciudad está en pie solo porque es noble. Mármol de Carrara, bronce, lo van a liquidar en otros 100 o 150 años, porque todo eso no se aniquila así nomás. Me animo a decir que hace por lo menos 50 años que no tiene ningún tipo de mantenimiento.
La crisis de 2001 fue terrible para las estatuas. ¿No?
Terrible. Se llevaron piezas enteras. Ahí desaparecieron dos que estaban en Plaza San Martín frente a la Cancillería. Siempre queda la duda de si se las llevan por los materiales o si es robo de obras de arte. Por lo pronto esas están en el listado de Interpol.
¿Cómo te encontraste con los integrantes de Salvemos las Estatuas?
Llegamos todos por distintos lados. Hay grandes profesionales, gente que sabe mucho en lo suyo. Yo llegué por gusto, amo esta ciudad. Por ejemplo, todas las veces que paso - y he pasado miles de veces- al lado del Pensador, me quedo mirándolo de un lado y del otro y entiendo lo que decía su autor: "es un hombre que piensa con el cuerpo". La escultura habla.
No te imaginás lo que hicimos con el Pensador. Lo habían pintado de rojo y con aerosol le escribieron "de qué te sirvió tanto pensar?". Lo fotografiamos y difundimos las imágenes por todos lados.
Sabrás que el Pensador fue comprado para instalarse en las escalinatas del Congreso. Pero nunca estuvo ahí. Teresa Anchorena en un momento impulsó y consiguió una ley para llevarlo a las escalinatas como estaba planeado. Pero los peronistas se opusieron en pleno. La senadora Feldner por Jujuy a grito pelado dijo que ella de ninguna manera iba a permitir instalar ahí ese monumento de mármol (ni siquiera sabe que es de bronce). Y presentó el proyecto de hacer la reconstrucción de las figuras que están en Jujuy de la Lola Mora e instalarlas en las escalinatas. La apoyó el bloque k y se pinchó la cuestión una vez más. Al menos, tras mucho bregar, conseguimos la protección del blíndex. Pasé anteayer y estaba astillado. Pero está protegido y es un logro por el que trabajamos muchísimo.
El pensador posiblemente sea la escultura más valiosa que tiene la ciudad. Hay veinte copias de ella dando vueltas por el mundo, pero la que hay en Buenos Aires no es una de ellas. Esta es una de las dos copias del original, que Rodin quiso que una estuviera en América del Norte - y está instalada en Filadelfia- y la otra en América del Sur, que es la nuestra. Está vaciada la cera del molde original, es invaluable.
Vos a la vez participás de otras ONGs, como Mirador del Lezama, dedicada específicamente a ese parque.
Esa es una lucha dificilísima. Lo último fue que la semana pasada la diputada kirchnerista por la Ciudad María del Carmen Bianchi presentó un proyecto de ley para declarar al Lezama monumento histórico. Primero nos reímos, porque hace 16 años que ya lo es. Pero tenía mala intención. Mirá, desde el 2008 se había trabajado en un proyecto para el parque que era formidable a todos los niveles pero que, de buenas a primeras, el mismo gobierno de Macri que había formado la comisión a cargo y lo había estado apuntalando, lo cajoneó. Y en julio del año pasado Santilli apareció con otro, que admitía que era menos ambicioso pero que es importantísimo también. Hubo muchas reuniones, hasta que el punto urticante resultó el enrejado del parque. El Lezama estuvo ya enrejado, eso no sería ninguna novedad. Desde que la viuda lo vendió en 1897 y hasta 1931 estuvo enrejado. Nosotros no nos oponemos a las rejas, pero hemos heredado un conjunto de unas 50 organizaciones, muchas de ellas integradas por una sola persona, Estrella Roja, Quebracho, Asamblea del Parque Centenario, Asamblea de Sala Alberdi…
¡No! ¿Los de la Sala Alberdi también están metidos acá?
Todos están. Se reúnen en el anfiteatro, pintaron todo el parque, los árboles, "no a las rejas", “fuera Macri”, “canallas”, “oligarcas”, “cipayos”, toda esa retórica anacrónica… Cortaron 3 veces Paseo Colón, un caos, y en uno de los cortes Santilli los llamó y les dijo: muchachos, consensuemos. Y así la lectura es que la forma de conseguir las cosas es esa.
Lo que nosotros exigíamos era la puesta en valor del parque, empezando por la arboleda que es su bien más valioso. Y aunque no tenemos un amor particular por las rejas, el parque tiene 8 hectáreas, una topografía en subidas y bajadas, y es imposible resguardar cualquier inversión que se haga si no está enrejado.
Las cosas que pasan en el Lezama son tan tristes… Están viviendo seis o siete grupos familiares, que habíamos pensado que era fortuito y por supuesto no lo es. Prenden fuego, cocinan, hacen sus necesidades y tiran eso a las barrancas. Entonces piden que a estas familias se las ubique, y aprovecharon a sumar a los del asentamiento Rodrigo Bueno, que vienen al corte también a pedir casas. Por ejemplo, el proyecto contempla volver a hacer funcionar las fuentes. A eso se oponen porque las necesitan para actos políticos.
En definitiva lo que buscan es que el parque pase a estar reglado por la Nación. Pero por mucha ley que saquen, no le pueden arrebatar a la Ciudad la tutoría sobre ese espacio: el parque estuvo, está y estará bajo la tutela de la comisión que se ocupa de los sitios históricos.
Pero insistiremos, ahí seguiremos peticionando y persiguiendo a quienes haga falta.
¿Y el monumento a Roca?
Creemos que si se llevan a Colón sigue Roca.
Bueno, el plan sigue en marcha. A Zerneri, que es el escultor de la Mujer Originaria que quieren poner en su reemplazo, hasta le dieron un lugar en la ESMA… Y ahora está detrás de Azurduy también. Aun siguiendo la lógica de sus argumentaciones, ¿no les sorprende la ausencia de llamados a concurso? Como el que ganó Zorrilla en su momento.
Por supuesto. Y lo de Roca es increíble. Hablar hoy con tanta liviandad de un hombre que vivió hace tanto y procedió según los cánones de la época… Pidamos entonces también que se cambie el nombre del partido de Avellaneda, por ejemplo. O que saquen la estatua de Lavalle porque fusiló a Dorrego.
Otro día podría objetarse todo lo acontecido hasta que fue obtenido el derecho al sufragio femenino, por ejemplo. O, más cerca, el casamiento gay. Todo lo actuado por los hombres que vivieron en tiempos anteriores a la legalización de estos derechos podría ser repudiado.
No terminaríamos nunca. Todos fueron parte de una historia con horrores, con aciertos, producto de hombres que vivieron con grandes pasiones.
Yo lo he visto a Bayer ahí un montón de veces, tirándole pintura al monumento. Iba con 15, le ponían los cartelitos con las fotos de los indios degollados, todo. Todos los jueves estaba. Con el respeto que me merece Bayer… Pero yo, como habitante de la ciudad, no tengo ganas de que Bayer venga a decirme qué está mal. En todo caso que se abra una real conversación para expresar todas las ideas que hay al respecto. Los pueblos originarios no eran todos Patora y Patoruzú. También se lanceaban, se mataban, se comían entre ellos.
Fijate que el mismo Perón no era anti-Roca. Ni tampoco el revisionismo nacionalista de los 70. Iban por Mitre, no por Roca.
El vandalismo puede ser ideológico, como el de Bayer. Luego existen también los vándalos económicos, o sea los ladrones de obras de arte. Y el que vandaliza porque sí.
Salgo de lo de Graciela pensando en otra clase de vándalos que aun no hemos nombrado: los que siguiendo determinadas prácticas del arte contemporáneo parasitan obras ajenas o públicas. A veces para hacer un statement mediante ello -lo que los sitúa junto a los vándalos ideológicos-, a la Juan Carlos Romero; o procurando que remuevan monumentos que forman parte del patrimonio y los reemplacen con obras propias, como en el caso de Zerneri.
Miro el diario y las estatuas están en la tapa. Como días atrás también estuvo la presentación de Constantino en la Bienal de Venecia. La década alumbró un neomonumentalismo, en busca de los íconos para una nueva religión nacional pero también de los contratos jugosos. Los monumentos híbridos que caracterizaron la década de los 90s contrastan con el grotesco del recalentamiento de estéticas cercanas a las del fascismo y el realismo socialista. Del otro lado, siguen pensando que esto es accesorio.
La mesa está servida. La mesa del forense que hará la autopsia de un país chocado.
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